lunes, 24 de junio de 2013

domingo, 2 de junio de 2013

¿Porqué danzar?

LA DANZA Y EL BAILE
Desde tiempos inmemoriales, nuestros ancestros, se han servido de la danza para comunicarse, celebrar acontecimientos, compartir... Hoy en día existen tribus en todo el mundo, cuya cultura no ha desarrollado muchos cambios, y siguen utilizando la danza en su vida social, para saludar al sol, danzas para la noche y la luna. Danza Otras tratan la danza de un modo más espiritual, agradecen con bailes rituales el fin de la sequía, aplacan a los dioses para que los fenómenos naturales, terremotos, erupciones volcánicas lleguen a su fin... Incluso en la naturaleza, las plantas, nos muestran movimientos rítmicos de crecimiento, se agitan o se inclinan, también los animales tienen sus propias danzas, para demostrar la posesión territorial, para el cortejo o simplemente para divertirse.
En cada país, toma un carácter distinto, y un lenguaje corporal. En Oriente, la danza forma parte de la vida cotidiana, sirve para relatar cuentos y leyendas que forman parte de su tradición y cultura. Otras son una forma de expresión religiosa.
En occidente, la danza siguió un rumbo diferente, aunque se sabe con certeza que celebraban bailes populares, y celebraciones rituales, en la Edad Media, comenzó a surgir una diferenciación social en el estilo de las danzas. Las cortesanas, de estilo y ritmo mas refinado y las danzas de los campesinos. En el Renacimiento la danza empezó a emerger como una expresión artística. Hoy día ha vuelto a ponerse al alcance de todos entre los 4 y los 80 años de edad, y no simplemente como una forma elitista, en la que sólo unos cuantos dotados de ciertas facultades naturales, pueden aspirar a entregar su vida a la danza como profesionales.
La danza es un medio de comunicación de varios aspectos a la vez, puesto que no depende de las palabras, no importa el idioma, el color, es el lenguaje corporal, es un signo de vitalidad que nos pone en armonía con nosotros mismos y también con los demás. Habla con un lenguaje de sentimientos, tanto para el que baila como para el espectador, hace aflorar emociones y sensaciones que pocas actividades nos aportan.
"La danza no es sólo la transmisión de una técnica, sino también de un impulso vital profundo." Isadora Duncan.
 
¿POR QUE BAILAR?
El cuerpo humano, esa casa que todos habitamos, y a la vez descuidamos, es todo un complicado engranaje de piezas, que encajan perfectamente. Esta maquinaria perfecta nos permite hacer todos los movimientos inherentes a nuestro cuerpo, (los movimientos hegemónicos: respirar, comer, abrazar, protegerse...)
Danza También nos permite el movimiento; andar, correr, trepar, acuclillarse, arrodillarse, sentarnos en el suelo, acostarnos y levantarnos.
No nos debería costar ningún trabajo realizar estos movimientos naturales. Pero, la existencia que llevamos, el trabajo sedentario, nuestra postura ante la vida, la falta de autoescucha, el estrés, etc., contribuyen a que nuestros movimientos se limiten, los músculos se acorten y atrofien las articulaciones. El flujo sanguíneo y el sistema linfático también funcionan gracias al movimiento muscular.
La danza es un ejercicio completo que puede ayudar a evitar el deterioro muscular y de las articulaciones, además de prevenir lesiones, mejorar la coordinación, el equilibrio, la orientación espacial y temporal, puesto que el ritmo marca nuestra vida desde el principio y los ritmos van cambiando según la edad, las estaciones, etc.
Esta actividad ayuda a vivir en mayor armonía con nuestro ser, nuestro proceso vital y mantendrá nuestra mente más despierta.
"Sacar las emociones a través de los movimientos del cuerpo. Cada movimiento, cada traslado, cada gesto de cualquier parte del cuerpo, refleja un aspecto de nuestra vida interior." Rudolf von Laban.
 
EFECTOS BENEFICOS DE LA DANZA A CUALQUIER EDAD
La danza ejercita todo el ser: Al ejercitar una disciplina, a la vez desarrollamos la voluntad.
Favorece a la concentración gracias a la fluidez en la respiración. También mejora la memoria y la lógica en la resolución de problemas.
Acentúa y desarrolla la sensibilidad por la música y el ritmo que marca el tiempo musical.
Aumenta la consciencia corporal. Seremos capaces de percibir sensaciones corporales, y darnos cuenta de nuestras posibilidades y limitaciones. La danza es capaz de conseguir que nuestro cuerpo se exprese.
Danza Hace crecer la autoconfianza, porque tendremos mayor seguridad en el movimiento, mayor equilibrio físico y emocional.
Mejora también la comunicación y la socialización con el grupo.
Libera tensiones, corrige de la postura y otros problemas físicos, dolores crónicos, problemas de circulación y del sistema linfático.
Ayuda en casos de pies planos, cabos, y en problemas con la lateralidad, orientación espacial, y dislexia, entre otros.
La danza, practicada con regularidad, produce efectos sobre la belleza y la armonía corporal.
La energía y vitalidad aumentan, con la sensación de ligereza que produce la práctica,
Lógicamente todo esto influye directamente en nuestra salud, retrasando el envejecimiento.
 
EL METODO
El método es dinámico y participativo, de movimiento integral, y consta de la combinación de varias técnicas:
- Respiración.
- Estiramientos globales activos y pasivos. (W. Reich y P. Souchard)
- Talleres de movimiento: Premociones, movimiento libre, natural, orgánico, que no daña las articulaciones. (Técnica release, método F. Mezières, T. Betherat)
- Taller de improvisación y expresion.
- Corrección postural, propiocepción (técnica Alexander).
- Relajación, automasaje.
 
"Bailar es un placer, eleva el espiritu, fortalece el cuerpo y estimula la mente." Wayne Sleep.

sábado, 1 de junio de 2013

Siete cosas que no sabías de la danza


Los bailarines también entrenan mentalmente
Hace unos años, un equipo de investigadores de la University College London (UCL), en Reino Unido, descubrió que en nuestro cerebro existe un "sistema espejo" que responde de forma diferente cuando vemos a un bailarín hacer una pirueta según estemos entrenados o no para ejecutar ese movimiento. Las neuronas que lo forman están "afinadas" para el repertorio de movimientos propio de cada individuo. Una de las principales conclusiones del hallazgo, según sus autores, es que atletas y bailarines podrían continuar entrenando mentalmente cuando sufren una lesión física.

Los genes de la danza
Tras analizar el código genético de distintos profesionales de la danza, en la Universidad Hebrea de Jerusalén han encontrado diferencias importantes en dos genes: el gen encargado de codificar el transportador de la
serotonina, un neurotransmisor que entre otras cosas contribuye a la experiencia espiritual, y un receptor de la hormona arginina-vasopresina, que según estudios recientes modula nuestra capacidad de comunicación social. "Ambos son genes vinculados al aspecto emocional del baile" puntualiza Richard Ebstein, coautor del estudio.

Inteligencia relacionada con el movimiento corporal
Junto a la inteligencia lingüística, la musical, la lógica/matemática, la espacial, la intrapersonal, la interpersonal o la espiritual existe una inteligencia corporal o cinestésica, que puede definirse como la habilidad para controlar los propios movimientos corporales y manipular objetos con cierta maña. Este tipo de inteligencia, según Howard Gardner, es la que está detrás de la capacidad del bailarín para "ver-y-hacer", transformando una imagen visual dinámica o ciertas órdenes sonoras en una acción física.

Bailar samba debería formar parte del entrenamiento de los futbolistas
Un equipo de investigadores japoneses ha llegado a la conclusión de que bailar samba, una danza brasileña con raíces africanas, favorece un control del cuerpo que puede mejorar las habilidades motoras en actividades tan dispares como tocar un instrumento de percusión o jugar al fútbol. Según el doctor Tomoyuki Yamamoto y sus colegas del Insitito Avanzado para la Ciencia y la Tecnología de Japón, "ejercitar el movimiento de las caderas es esencial para mejorar la movilidad de otras zonas del cuerpo", posiblemente debido a la proximidad de esta zona a nuestro centro de gravedad corporal. Por eso decidieron probar a entrenar a jugadores de fútbol bailando samba. El resultado: una importante mejora del rendimiento deportivo. Lo próximo, dice Yamamoto, será probar los efectos de otros bailes en los deportistas.

Nuestros antepasados también danzaban
Geoffrey Miller, psicólogo evolutivo de la Universidad de Nuevo México (EE UU), cree que "música es lo que ocurre cuando un simio antropoide tropieza y entra en el paraíso evolutivo de la selección sexual desbocada, de la exhibición acústica compleja". El autor cree que cantar y bailar formaban un conjunto de rasgos indicadores para nuestros antepasados cuando escogían pareja, especialmente para las hembras. El baile y el canto ponían de manifiesto la buena forma física, la coordinación, la fuerza y la salud.

El baile puede ser terapéutico
Científicos de la Universidad de Missouri (EE UU) han llegado a la conclusión de que bailar puede ser terapéutico al alcanzar la tercera edad, ya que mejora considerablemente el equilibrio y reduce el riesgo de caídas y lesiones.

Existen coreografías basadas en las matemáticas del caos
En los años noventa una estudiante de ingeniería del popular Instituto de Tecnología de Massachussets (MIT), Diana S. Dhabi, decidió utilizar las matemáticas del caos para componer
música a piano. Siguiendo su ejemplo, los científicos norteamericanos Elizabeth Bradley y Joshua Stuart han creado recientemente varias secuencias de movimientos basadas en el caos partiendo de piezas clásicas. Incluso han desarrollado una versión caótica del popular baile asociado a la canción Macarena. Y todo a través de un software original desarrollado por ellos mismos, el Chaographer. El resultado es una danza original y "agradable para la vista", aseguran. Además de que ?enseñar estos resultados en clase es una forma muy efectiva de motivar a los estudiantes para que aprendan más sobre las matemáticas del cuerpo rígido y el caos?.