domingo, 12 de mayo de 2013

María Rovira ante Carmen Amaya

La coreógrafa catalana lleva al Teatro Nuevo Apolo de Madrid su particular homenaje a la legendaria figura del baile flamenco en el centenario de su nacimiento.
 
“Bailar para no morir y vivir para bailar” dice la coreógrafa catalana María Rovira así podríamos resumir la trayectoria de la bailadora Carmen Amaya, una artista singular, nacida en el barrio chabolista del Somorrostro, que acabó seduciendo con su arte a medio mundo. En 1963 se apaga su vida en la habitación de su casa en Begur, donde pasa sus últimos días y muere a los 50 años, víctima de una enfermedad renal que ella mantenía a raya bailando frenéticamente, sin hacer caso de consejos médicos o de períodos de reposo. En ese mismo espacio donde Carmen Amaya se despide del mundo, empieza un espectáculo de Rovira, un viaje coreográfico y musical que recorre, de manera poética y libre, momentos imaginados de su existencia, una dramatización danzada que no se atiene a un relato realista sino de esencias poéticas e imágenes de baile.

Desde el duelo y la tristeza hasta el grito y la vitalidad extrema, este espectáculo de Rovira quiere recordar a esta mujer inclasificable, auténtica y profunda, gitana catalana y universal, de cuerpo pequeño, rostro trágico y una intensa mirada en negro. Es, en la danza de Rovira, una Carmen Amaya evocadora de sus esencias y de su fuerza, pero a la vez quiere ser metáfora de su vital despliegue de libertad creativa y vivencial. En el decir de la propia Rovira “una propuesta donde la música y el flamenco se encuentran con el lenguaje más contemporáneo de la danza; es un recorrido sensorial, impulsivo y onírico, más que cronológico, donde se siguen las huellas de la playa del Somorrostro, se cruza el océano, se abrazan otras culturas y, finalmente, nos devuelve al mar que la vio nacer”. Es verdad que Carmen Amaya siempre bailó con una fuerza y una personalidad únicas, hasta el último instante, y que dejó innumerables aunque fragmentarios testimonios filmados de su baile.
 

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