El zapateado se ha convertido en una técnica básica, por no decir la más importante, del baile flamenco actual. Consiste en marcar el ritmo con los pies sobre el suelo. El bailaor que zapatea es una especie de percusionista que, con el tacón, la planta o la punta de su zapato de baile, participa en la confección musical del género que interpreta.
El zapateado surgió a mediados del siglo XIX como un baile sobrio, de gran entidad flamenca. En esencia se trata de una combinación rítmica de sonidos que se efectúan con la punta, el tacón del pie. En un principio era interpretado por hombres, pero pronto algunas mujeres se sumaron a este nuevo estilo, la mayoría de ellas vistiendo el atuendo masculino de pantalón y chaquetilla corta. Con el paso del tiempo, y seguramente debido al éxito cosechado entre el público por las demostración de fuerza y virtuosismo de este nuevo baile, el zapateado flamenco se fue intercalando en la mayoría de los palos, tanto por hombres como por mujeres, ya fueran estos ataviados con pantalones o con bata de cola. Tal ha sido el valor en alza que ha ido adquiriendo el zapateado que hoy día esta técnica es algo omnipresente en cualquier espectáculo de danza española. Incluso se han inventado e introducido diversas formulas para darle un mayor protagonismo. En este sentido, a los zapatos de baile se les han incorporado clavos en la puntera y en el tacón para mejorar su sonido. Además, muchos son los artistas que sitúan micrófonos en el suelo del escenario e incluso en los propios tacones en su constante búsqueda de una mayor resonancia del zapateado. Tal es la importancia del zapateado en el baile flamenco actual que en muchas ocasiones ha ido relegando a otras técnicas, más sutiles y menos espectaculares, a un segundo plano. Y es que cada vez que un bailaor o una bailaora hace resonar sus zapatos a ritmo de cualquier palo flamenco el público, el de de aquí y el de allá, cae irremediablemente rendido ante esa percusión de pies cargada de fuerza y pasión.
- Consejos para un buen zapateado
- Se zapatea con las rodillas ligeramente flexionadas para golpear con fuerza, amortiguar el golpe y evitar lesiones.
- La espalda debe mantenerse recta y los pies se sitúan en línea con la cadera.
- Hay varios tipos de percusiones de pies: golpe, planta, tacón, punta…
- Es importante que suene "limpio" y claro y eso sólo se consigue con mucha técnica, oído, fuerza y resistencia. Si se practica, se acaban adquiriendo dichas cualidades.
A continuación una muestra de una escobilla:
1 comentario:
Gracias por los consejos..me sirvieron de mucho...!! =)
Publicar un comentario