De inspiración neoclásica, la monumental fachada del teatro se caracteriza por un estilo ecléctico, en la que también aparecen detalles modernistas como la marquesina y las verjas de forja que adornan la entrada. Tres bustos de grandes músicos: Beethoven, Mozart y Listz, encabezan la parte superior de la fachada, destacando así el carácter de este edificio dedicado al fomento de la cultura.
El teatro, desde su creación, ha pasado por diversas rehabilitaciones motivadas por los incendios sufridos en el siglo XIX. Entre las restauraciones más recientes destaca la de 1985, en la que el Teatro Romea fue pionero en iniciar una serie de reformas que, posteriormente, se realizaron en la mayoría de los teatros nacionales.
Desde entonces, el Teatro Romea ha mantenido una programación estable y ha sido uno de los centros más importantes de la actividad cultural en Murcia. Tras un cierre temporal, el escenario vuelve a recuperar su puesto en la vida de la sociedad murciana, con unas excelentes condiciones técnicas y de confortabilidad que permitirán disfrutar al máximo de todas las posibilidades que ofrece este histórico escenario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario